El monasterio budista
Cuando me apunté a la excursión por los Pirineos, en diciembre de 2004, sabía que iba a ver nieve, y que iba a pasar mucho frío. Pero nunca me imaginé que acabaría entre monjes tibetanos.
Esa mañana me dijeron que íbamos a ver un monasterio cerca de Panillo (Huesca). Ingenua de mí, pensé que sería un monasterio más, como los que hay por toda España, sólo que con unas vistas espectaculares. Había una espesa niebla que no permitía ver más de un par de metros por delante del coche, y cuando tomamos aquella curva tan repentinamente (aún me duele el golpe contra la ventanilla) apenas pude ver el cartel. ¿¿Un monasterio budista?? ¿¿¿¿En mitad de los Pirineos???? ¿Nos habían abducido los marcianos y habíamos aparecido de repente en Nepal y yo ni me había enterado, o qué??
La niebla contribuía a la sensación de haber viajado milles de kilómetros en unos momentos. Pero no, en mitad de las montañas, en pleno Pirineo oscense hay un monasterio budista. No me lo podía creer.
Aparcamos cerca de una furgoneta hippie (de los años 60, lo juro, con pintadas y todo) y subimos a ver el monasterio.
Se compone de tres edificios en un amplio terreno: en la explanada está el monasterio donde viven los monjes y donde tienen la sala de oración.
En la puerta tenían un montón de calzado de la gente que estaba orando dentro. Hacia la mitad de la explanada estaba la tienda (no saben nada los monjes...) donde vendían pulseritas, incienso, abanicos (¡¡en pleno mes de diciembre!!), piedras varias, libritos de oración, cintas con cánticos....
Al fondo de la explanada, unas escaleras que subían hacia un pequeño templo, un jardindito y el huerto. El templo era muy original, muy colorido, con el suelo de cemento cubierto apenas por pequeñas alfombras y sin calefacción, ni un triste brasero; para entrar había que descalzarse (¡qué manía!), así que miramos desde la puerta, ¡¡ni loca me quito yo las botas a 3 grados bajo cero para pisar el suelo congelado!! A derecha deltemplo hay una especie de invernadero, y a la izquierda, el huerto, lleno de banderas con oraciones.
Pero la "vuelta a la civilización" aún me reservada otra sorpesa: no muy lejos de allí, está Torreciudad, un pueblo del Opus Dei. Juro que no me cachondeo de nadie, aquí tenéis la prueba: http://www.torreciudad.org
Algunas direcciones de interés sobre el monasterio
http://www.dagshangkagyu.com/
http://www.caiaragon.com/es/actividades/index.asp?idAct=186&idSeccion=6&idTipo=78
http://www.aragonesasi.com/monaster/panillo.htm
Esa mañana me dijeron que íbamos a ver un monasterio cerca de Panillo (Huesca). Ingenua de mí, pensé que sería un monasterio más, como los que hay por toda España, sólo que con unas vistas espectaculares. Había una espesa niebla que no permitía ver más de un par de metros por delante del coche, y cuando tomamos aquella curva tan repentinamente (aún me duele el golpe contra la ventanilla) apenas pude ver el cartel. ¿¿Un monasterio budista?? ¿¿¿¿En mitad de los Pirineos???? ¿Nos habían abducido los marcianos y habíamos aparecido de repente en Nepal y yo ni me había enterado, o qué??
La niebla contribuía a la sensación de haber viajado milles de kilómetros en unos momentos. Pero no, en mitad de las montañas, en pleno Pirineo oscense hay un monasterio budista. No me lo podía creer.
Aparcamos cerca de una furgoneta hippie (de los años 60, lo juro, con pintadas y todo) y subimos a ver el monasterio.
Se compone de tres edificios en un amplio terreno: en la explanada está el monasterio donde viven los monjes y donde tienen la sala de oración.
En la puerta tenían un montón de calzado de la gente que estaba orando dentro. Hacia la mitad de la explanada estaba la tienda (no saben nada los monjes...) donde vendían pulseritas, incienso, abanicos (¡¡en pleno mes de diciembre!!), piedras varias, libritos de oración, cintas con cánticos....
Al fondo de la explanada, unas escaleras que subían hacia un pequeño templo, un jardindito y el huerto. El templo era muy original, muy colorido, con el suelo de cemento cubierto apenas por pequeñas alfombras y sin calefacción, ni un triste brasero; para entrar había que descalzarse (¡qué manía!), así que miramos desde la puerta, ¡¡ni loca me quito yo las botas a 3 grados bajo cero para pisar el suelo congelado!! A derecha deltemplo hay una especie de invernadero, y a la izquierda, el huerto, lleno de banderas con oraciones.
Pero la "vuelta a la civilización" aún me reservada otra sorpesa: no muy lejos de allí, está Torreciudad, un pueblo del Opus Dei. Juro que no me cachondeo de nadie, aquí tenéis la prueba: http://www.torreciudad.org
Algunas direcciones de interés sobre el monasterio
http://www.dagshangkagyu.com/
http://www.caiaragon.com/es/actividades/index.asp?idAct=186&idSeccion=6&idTipo=78
http://www.aragonesasi.com/monaster/panillo.htm
4 Comments:
Buenooo... alucinante. Cuenta, cuenta... mola mucho tu blos!
Hola belen, mola tu blog. Los vajes me los seeee. Fuimos juntassssssssssssssss. un besico desde mañolandia.
Hola Silvia!!
Ya sé q te los sabes, las aventuras fueron comunes, aunq la sorpresita del monasterio fue sólo mía, no me avisásteis...
Tengo q empezar a planear el próximo viaje...
Interesting site. Useful information. Bookmarked.
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