miércoles, noviembre 08, 2006

Más sobre aeropuertos

En otro blog encontré este post: Aeropuertos, queremos su dinero en nombre de la seguridad
Coincide con lo que yo pienso, no me parece mal que aumenten la seguridad, es por el bien de los pasajeros, pero me parece el colmo que además de todas las incomodidades que nos hacen pasar se llenen los bolsillos con ello.

jueves, noviembre 02, 2006

Un inglés



No se ve bien en la foto, pero juro que lleva medias de red.

martes, octubre 03, 2006

Alojarse en Londres

Londres tiene fama de ciudad cara en todos los sentidos (merecida, por cierto), especialmente en el tema alojamiento.

Nosotras nos quedamos en un albergue en Bayswater (paradas del metro de Bayswater y Queensway). La zona es muy buena, estás al lado de los jardines de Kensintong (en el palacio vivió Lady Di), muy cerca de Nottin Hill, y tiene restaurantes donde se puede cenar a las 10 e incluso a las 11 de la noche. El horario es muy español, aunque la mayoría de los sitios son chinos o similares. Además hay pubs ingleses por la zona, pero a las 12 de la noche cierran.

El albergue al que fuimos, el London House Hotel, no está del todo mal, pero desde luego no es para quedarse allí mucho tiempo. Eso sí, nos salió bastante bien de precio en comparación con otros hoteles. Por fuera es el típico edificio inglés, muy guapo. No nos dió por mirar las ventanas para calcular los pisos que había, pero si contamos los tramos de escaleras, unos 4 pisos.
El hotel es un poco laberíntico, y, además, ahora mismo están de obras, pero no cierran, para qué si se va a llenar igual, así aprovechan y sacan pasta. Estaban terminando de arreglar el sótano, donde además de algunas habitaciones están la lavandería y el comedor. Lo están dejando con muy buena pinta, eso sí.
La moza que estaba en recepción cuando llegamos, tenía una cara de perro de aquí a mañana; en cambio el chico que estaba por las noches era mucho más agradable, por lo menos saludaba cuando entrabas, no te miraba con ganas de matarte.
Nuestra habitación estaba en la planta baja, ya sabíamos que no teníamos baño en la habitación (8 libras más por persona y día por habitación con baño), pero se nos quedó una cara cuando la vimos... La puerta no ofrecía mucha seguridad que digamos, la ventana da a un patio lleno de trastos, y teníamos un lavabo con espejo, una litera, un armario (con perchas), y un cacharro eléctrico para calentar agua. Se acabó el mobiliario. Ni una silla, ni una mesa, nada. Y encima, la litera de alto, como para los pitufos: yo mido 1,53 cm., y no me podía sentar en la cama de abajo como la gente normal, tenía que doblar la espalda. No me quiero ni imaginar a uno que mida 1,80. El último día nos pusieron una cajonera, pero no nos sirvió para mucho, la verdad.
La puerta de al lado de la habitación era el aseo, pero las duchas, que eran 2 (y bien de vueltas que dimos hasta que las encontramos), estaban en la cuarta planta, sin ascensor, por supuesto. Intimidad nula en las duchas, allí a un lado del pasillo, con una cortinilla separando el espacio para cambiarte de las escaleras, todo estrecho, y una de ellas con un ventanal que da a un parking. Supongo que por la mañana temprano y antes de cenar habría cola en las duchas, pero como nosotras nos duchábamos a horas intempestivas no tuvimos problema con eso.

Pero a mí lo que más cutre me pareció fue el desayuno. Vale que estás en un sitio barato, pero si el desayuno es de 8 a 10, no es de recibo que a partir de las 9 ya no calienten la leche. Además la página de donde sacamos la información decía que sirven lo que se conoce como desayuno continental, algo así como la foto (desde luego no con tan buena pinta): leche, café, o té para beber, y tostadas, cereales, algo de bollería o bollos de pan con fiambre y queso para comer. Bueno, pues aquí cumplen lo primero (el café es horrible, mejor comprar uno instantáneo y echarlo en la leche o el agua), pero para comer sólo tienen unos copos de maíz y tostadas, nada variado.
La verdad, he tomado desayunos mejores en albergues de Praga y Portugal, desde luego más variedad había, y también un comedor más grande, había que hacer cola para sentarse.


Buscando una foto del hotel me encontré con esto

jueves, septiembre 28, 2006

Y seguimos a vueltas con aviones

Acabo de leer esto en El Mundo: ahora se podrán subir al avión sólo 100 ml. de líquido, en una bolsa de plástico aparte y con cierre. Por lo menos te dejarán meter lo que hayas comprado en la zona de embarque (con excepciones, en Barajas anunciaban por megafonía todo el rato que los pasajeros con destino EEUU, Argentina y Reino Unido no podrían subir al avión con lo comprado en las tiendas de alimentación y los bares de esa zona).
Dirán lo que quieran, pero esto parece una confabulación de los aeropuertos y las compañías aéreas: antes podías comprar, por ejemplo, tu agua y tu bocata fuera del aeropuerto, en el súper de al lado de casa, pero ahora no, tienes que comprarlo en la zonas comerciales del embarque o directamente en los aviones. ¿La diferencia? Que es muchísimo más caro: una minilata de refresco en el avión son 3 €. Toma clavo.

viernes, septiembre 15, 2006

Leyes de Murphy y aviones

La "Ley de Kauffman sobre los aeropuertos": La distancia a la puerta de embarque es inversamente proporcional al tiempo que se dispone para no perder el vuelo.
Sumada a la "Ley del avión": Cuando tiene que hacer un transbordo, si el avión en el que va lleva retraso, el otro no lo lleva.
Implica el siguiente "Resultado de Belenciña": te quedarás tirado en el aeropuerto, al menos 2 de cada 3 veces que tengas que hacer transbordo.

LEY DE PARSON SOBRE LOS PASAPORTES: Nadie es tan feo como en la foto del pasaporte.
Es decir, que el de la aduana se lo pensará 2 veces antes de dejarte pasar.

miércoles, septiembre 13, 2006

Están locos estos ingleses...

Tal y como se están poniendo las cosas, vamos a acabar entrando en los aviones en ropa interior y gracias. Yo entiendo que estén preocupados por el tema de la seguridad, pero tampoco hay que pasarse.
A la vuelta, en el aeropuerto de Lutton, (que ya te dicen los de Ryanair que vayas como mínimo 2 horas antes por los controles de seguridad), tuvimos que pasar más controles de seguridad que para ver las Joyas de la Corona en la Torre de Londres:
- Antes de que comprueben en pasaporte, hay que hacer la primera fila, ya que te revisan el equipaje de mano: ni líquidos (léase agua, colonia, jarabes, etc.) ni cosméticos (ni siquiera una triste barra de cacao).
- Luego te miran el pasaporte/DNI y la tarjeta de embarque con lupa, con su consiguiente cola.
- Y por fin el arco de seguridad, que organiza la espera más larga: las pobres mozas de Easyjet desgañitándose (españolas, por supuesto, no hay europeos que hablen tan alto como nosotros), llamando a los pasajeros de los vuelos que van a despegar de inmediato; mientras, los demás hacen cola con paciencia, y ponen cara de incredulidad cuando el poli de turno les dice que además de dejar su equipaje de mano, abrigo, móvil y cualquier cosa que lleve en los bolsillos en esa especie de caja de la fruta que te dan, tienes que quitarte el calzado para pasarlo por los rayos X. Claro, así se entiende el tufillo a cabrales que había allí...

lunes, agosto 14, 2006

Budapest II: la botella de Fanta

Budapest es una ciudad muy grande, formada por la unión de 3 ciudades antiguas: Obuda, Buda y Pest. Tiene un montón de lugares para visitar, puedes perderte durante horas paseando por la ciudad sólo mirando las fachadas de los edificios. Está separada en dos por el Danubio, y lo cruzan algunos puentes espectaculares, como el Puente de las Cadenas
Como medios de transporte tienes el metro y los tranvías, pero recuerda siempre ticar los billetes, que luego sube el revisor y te clavan.

Fuimos a ver el Parlamento, pero ya habían cerrado, así que miramos el horario para el día siguiente, ya que hacen visitas guiadas en varios idiomas, entre ellos el español, y son gratis para los ciudadanos de la UE. Nos dimos un buen paseo cruzando el río por uno de los puentes y encontramos un supermercado abierto, así que nos paramos a comprar la cena (cierran todo muy pronto, así que andaros con ojo si vais de bocadillo). Además compramos unos refrescos para beber en el momento porque hacía bastante calor (toda el agua tenía gas, así que decidimos ir a lo seguro), y cogimos una botella de Fanta de color azul (aún no sé a qué se supone que sabía eso). Salimos tan contestos con nuestros refrescos fresquitos y va el maño y se pone a agitar la botella de Fanta como un loco. Nosotras dos nos quedamos mirando con cara de "¿¿¿pero qué coño está haciendo?????". Yo me quedé pasmada mientras pensaba "nos ducha, como abra la botella nos ducha". Menos mal que la mañica reaccionó a tiempo y se puso a gritar: "¡¡No, eso no se hace!!", como si fuera un niño pequeño. El maño, con semejante bocinazo, paró. Nos miró, miró la botella, nos volvió a mirar, y va y nos suelta"¡Anda! Si creí que no tenía gas". Nos echamos a reír como locos. Como habíamos hecho poco escándalo con los gritos, pues ahora los húngaros debían pensar que éramos marcianos: unos extranjeros partiéndose el culo de risa a la puerta de un súper y con una botella de Fanta en la mano. Para encerrarnos. Nos estuvimos riendo de eso durante horas, y todavía nos dura en cachondeo.
Pocas veces me he reído tanto en mi vida como en ese viaje, encadenábamos una con otra. Teníamos que haberlo apuntado, chicos, me estoy haciendo mayor y se me olvidan las cosas.